(escribe Leandro Torres, artista plástico, Lic. en Comunicación, docente de la UNDAV y coordinador en la TAE)
"Pieza de Indias" Sacchi - De Santo |
El jueves 13 de diciembre las esperábamos con ansiedad. No me unía la
amistad, la escuela secundaria o el barrio. No éramos amigas. Las conocí por su
sitio web y me interesaron sus trabajos, y ellas dos.
Llovía torrencialmente en La Plata, entró puntual a la TAE, con paso
calmo, serena, hablando bajito y pausado. Sacó la laptop de su mochila gris que
tenía un pin con la frase lo queer no
quita lo facho. Una sola pudo llegar a tiempo, la otra estaba en algún
aeropuerto español, subiendo al avión de regreso a Argentina y en línea con su
madre que hizo skype con ella desde la sala Urdapilleta hasta que Duen comenzó la
exposición. Magda, ya estaba en el aire.
La presentación duró poco menos de una hora y repasó la centralidad de
sus investigaciones. Son una pareja, artística y amorosa. Se escucha y se ve.
Hace unos años que unieron sus proyectos y comenzaron a desplegarse juntas,
potenciadas. Indagan sobre los alcances del colonialismo, que es una de las
medusas de la cabeza patriarcal. Les interesa bucear en la estructura que lo
sostiene y por eso recurren a los museos, esos sitios cliché de la civilización.
Estructuras institucionales de poder, estos lugares de ficciones sociales de un
pasado idealizado, laten hoy entre lxs cuerpxs que viven y perviven en la
tierra, en la nuestra, ahora, pero expuestos en su pretensión y fracaso.
Van con sus mapas uniendo los restos de una cultura que se esfuerza por enmascarse
en fachadas que caen y caerán lentamente; del museo de Ciencias Naturales de La
Plata al de Antropología Criminal de Lombroso en Turín donde rescatan la carta
al médico italiano que le escribe la familia Mitre dando cuenta de la forma
craneana que tienen los delincuentes que conocen y que los rodean; en fin,
ellos sabrán.
Van de exploradoras a la Biblioteca Nacional de Francia tras las cartas
de Henry de Le Vaulx, que según wikipedia es un aviador y aventurero francés
que llegó hasta la Patagonia pero nada se dice de la profanación de tumbas, del
robo y traslado de los huesos de tehuelches y mapuches que se llevará el piloto
y que se exhibirán en museos parisinos como trofeos de caza del imperialismo
europeo. ¿Qué hacen con nuestros huesos? se preguntan Sacchi y De Santo, que hacen
del arte un viaje hacia los despojos, ya que saben que no es lo que se exhibe
sino lo que se oculta lo que constituye el valor de lo apropiado; y es por eso van
al Museo del Hombre en París, para develar el colonialismo que nos habita.
Con un grabado realizado por ellas sobre ellas mismas, Pieza de Indias,
es el coto del esclavista en las capas de la historia. Es allí donde se buscan,
en la tradición familiar. Es ahí donde se encuentran con el presente de aquello
que retorna vuelto adjetivo erecto e hipersexuado. Chongos que busca permanentemente
un padre clasista y con ínfulas de dandy según el relato que hacen circular en
un fanzine distribuido en la sala; Chongo en la voz de una madre que remite a
su madre para dar cuenta de esa palabra que la genealogía del lenguaje
describió al negro musculoso y dentado como pieza clave en la pieza de indias;
la figura principal del combo de esclavos que se vendían en las ciudades
coloniales.
Trabajos sobre la utopía y la distopía de un territorio y sus cuerpxs.
Esta pareja nos quitó el sueño tranquilo de lo que no quisimos saber. Si el
acontecimiento es aquello que se encarna en el arte, esa noche lluviosa Sacchi
y De Santo se hicieron voz no para denunciar o proclamar, sino para exhibir
ante nuestros ojos lo que no vimos de nosotres y que nos provoca las preguntas
que no supimos, hasta ahora enunciar.
Leandro Torres
https://sacchidesanto.myportfolio.com/projects