domingo, 11 de marzo de 2018

WOMEN IN TROUBLE de Susanne Kennedy





"WOMEN IN TROUBLE" es la propuesta más interesante que encontré durante este invierno europeo, porque se inicia desde una nueva concepción sobre qué debe ofrecer  un teatro estatal y qué representa la escena hoy.  Luego de estar dirigido durante veinticinco años por Frank Castdorf, el teatroVolksbûhne de Berlín, ofrece una innovadora visión de gestión. Su actual director general, no viene para nada de la escena como lo fue Castorf, sino que Cris Decon, es principalmente curador de arte y se desempeñó hasta llegar a Berlin como Director de la  Tate Gallery of Modern Art en Londres. Decon, que además es un teórico de la escena y del cine, conformó su equipo fusionando no sólo a profesionales del teatro sino a artistas interdisciplinarios, teóricos de arte y escena y especialmente a filósofos, lo que da como resultado nuevos planteamientos escénicos, que si bien aún la crítica progresista se resiste a aceptar, no dejan de ser inquietantes e interesantes aún para ellos. El nuevo logo del teatro aclara y dice: "Volksbühne, nuevos híbridos"...  

https://www.volksbuehne.berlin/de/#top






 „I’m on my way to happiness and future“ (" Estoy en mi camino hacia la felicidad y el futuro") anuncia la protegonista de la obra, Angelina Dreem, así el nombre del personaje. El espacio en el escenario a la italiana , gira permanentemente mostrando sin pausa diferentes ambientes que reproducen de manera idéntica formas, colores, intensidad de luz y sonido de manera tal que pareciera que estuviesemos viendo una descomunal pantalla de computadora. Las figuras avanzan en los espacios o existen ya como dobles (diferentes variantes de la heroína Angelina Dreem) y reaccionan, hablan o se mueven como avatares, cuyos movimientos y miradas tienen la misma distorción de ángulo e imprecisión que en cualquier game. Todos ellos llevan máscaras que congelan su expresión. Consecuentemente, toda la acción es en inglés (sobretitulado al alemán).






La obra interroga un presente de emociones enfermas y perturbadas. Su personaje principal, Angelina Dreem, es una paciente con cáncer, pero al mismo tiempo es una figura famosa en una telenovela estadounidense con la que ganó notoriedad pública al haber muerto en ella justamente de cáncer. Realidad y ficción se mezclan entonces permanentemente y la virtualidad resulta ganadora. La humanidad a esta altura está más allá de distinguir una de otra. Como en nuestra socieedad, nada parece importante para los personajes en el escenario, es más, no tienen miedo a nada. La risa de los enfermos terminales suena casi exactamente como una tos perpetua y viceversa. Las personas ya no conocen la diferencia. En otras palabras, ya no son humanos. Ni siquiera tienen que morir. Los artistas pueden ser empujados repetidamente en una carcasa que se asemeja a un tomógrafo de computadora y en el envión giratorio aparecer nuevamente del otro lado del tubo o poco después de atravesar una puerta, y siguen, siguen y siguen... Una vida de televisión.
."I seem to have lost the reality of the reality", parezco haber perdido la realidad de la realidad, vuelve a decir Angelina.Todo fluye, todo gira alrededor de sí mismo, como el escenario, incesantemente. Nada llega a nada, no hay un punto final, ninguna meta, ninguna razón final, ningún límite. "Afortunadamente iremos al cielo", dice en un momento dado Angelina. E incluso todos logran eso al final. El paraíso existe, pero obviamente sin Dios. "Women in Trouble" es también notable porque trae ideas extrañas, más bien diría inesperadas al escenario y recupera el factor sorpresa tan perdido en nuestras sociedades, a lo que le suma optimismo fílmico estadounidense, ingenuidad determinada y una desvergüenza descarada de la ironía. Eso, naturalmente no es agradable  para la mayoría del público tan acostumbrado durante un cuarto de siglo al teatro de Castdorf. Digamos que el teatro en sí,  prefiere estar ideológicamente abierto a nuevas ideas, pero todavía influenciado por posturas que aún luego de décadas sigue considerando "revolucionarias", se siente amenazado por la noción de que los signos ya no pueden señalar de manera confiable algo que realmente existe. La erróneamente llamada "vanguardia", a menudo no tiene nada mejor que hacer que combatir la superioridad de los medios con armas precarias e ingenuas y con cientos de imitaciones de alguien o algo. Lo virtual se enfrenta al cuerpo, que emite sudor real y ya no necesita agotarse, sino que debe experimentarlo frente al público. Con coraje artístico, Susanne Kennedy celebra una masa de superficialidad y afirma su ingravidez escénica como una utopía positiva de un futuro cercano. Nadie tiene que estar de acuerdo con el contenido para resumir la fuerza del mensaje: "¡Mata a las cosas sucias!" grita Angelina. Cuerpo, materia, muerte, amor: todo está abolido, como el teatro. Porque la pieza clama que un renacimiento es posible. Kennedy establece la libertad de sentido consciente o al menos la contingencia de sentido. "Show Your Wound" (muestra tu herida) son las últimas palabras en off que se escuchan en la función (una cita tomada prestada de Joseph Beuys). Kennedy, mientras tanto, muestra la superficie decidida. Muestra tu herida, le dice al público, pero escencialmente al teatro.




"WOMEN IN TROUBLE" (Mujer en apuros)

Texto y dirección: Susanne Kennedy
colaboración artística de Suzan Boogaerdt y Bianca van der Schoot
Espacio: Lena Newton
Vestuario: Lotte Goos
Luz: Rainer Casper
Video: Rodrik Biersteker
Sonido: Richard Janssen
Elenco:
Suzan Boogaerdt, Maria Groothof, Niels Kuiters, Julie Solberg, Anna Maria Sturm, Bianca van der Schoot, Thomas Wodianka