jueves, 13 de febrero de 2020

“EL MUNDO ES PEQUEÑO, PERO NO SI QUIERES LIMPIARLO”. Barbara Kruger


Cuando inicié este Blog, la intensión era dar mi opinión personal sobre el teatro que veía tanto fuera del país como fundamentalmente en la ciudad de La Plata, donde salvo excepciones como la publicación “El Ojo de la Navaja” de Gustavo Radice y Carolina Donantuoni, no existen propuestas profesionales para difundir la obra de artistas locales y promover el debate necesario que aporte al desarrollo tanto de creadores como del público. Con esto no afirmo que a alguien pueda interesarle sino que me interesa a mí. Y me inclino a hacerlo por este medio dada la fácil accesibilidad que ofrece. El libro tradicional es una forma técnica, que a su vez ha producido una forma literaria. La novela como obra de arte, como fenómeno estético necesita del libro, así como la actuación necesita del teatro. Estoy segure que nada de esto desaparecerá, ni siquiera el libro, sólo que estoy a favor de la gratuidad de esta posibilidad, tanto para mí como para quien quiera leerlo y fuera de eso, ¿qué libro se deja actualizar sin necesidad de una nueva edición?... Los medios nacionales, (los sabemos con poquísimas singularidades), no están interesados en nada que se produzca más allá de  la General Paz, salvo que por relación o compromiso personal y/o político, estén dispuestos a hacer el tedioso viaje a “Macondo”, es decir a donde fuere lejos de la sagrada capital argentina y escribir algo al respecto, (lo que naturalmente resulta siempre influenciado por la obligación). Por costumbre o cansancio, aceptamos sin más que en un país con 45.195.777 habitantes sólo valga la pena lo que se produce en el área metropolitana; esta práctica igual que su aprobación tiene obviamente un profundo contenido ideológico que sostiene la supremacía intelectual y creativa de una “elite” respecto de la totalidad de quienes habitan el país con todo lo que eso implica y que llevamos insertada de manera endovenosa desde que iniciamos la escolaridad, así el poder de la educación. El conocer tanto las producciones capitalinas como las del interior, sus disimilitudes o semejanzas contribuiría no sólo al artífice de la obra y les espectadores, sino a examinar nuestra propia cultura, sus destrezas y sus falencias en favor de nuestra identidad. De todos modos, también lo sabemos, el mercado usa a los medios para marcarnos agenda e influenciarnos "siempre desde CABA" a la hora de decidir qué es lo que queremos ver, pero eso no es crítica sino obvia publicidad. La crítica en sí, despojada de todo interés, es algo que prácticamente ha dejado de existir sobre cualquier manifestación artística. La falta de análisis u opinión y debate, aplanan y estancan rotundamente no sólo a creadores sino también a observadores, con el agravante de promover únicamente aplaudidores o detractores sin que ambas partes puedan obtener aportes a su conocimiento y moldear una mirada propia más productiva respecto de la adulación o el destrozo, (algo tan propio de nuestra cultura nepótica), pero que impiden el desarrollo y el avance.  Así es que he visto varias propuestas pero la mayoría de ellas no me incentivó a comentarlas, sí hicieron que me preguntase dónde estaría la punta del hilo de la madeja en la falta de motivación porque en un idioma tan rico no es posible no encontrar palabras. Respecto de mis aclaraciones anteriores a esta, esta ausencia de estímulo suena a contradicción, aficionada, mezquina, catastrófica pero simplemente fue mi reacción ante el notorio producto  de  sucesivas políticas culturales y educativas que derivan invariablemente en equivocaciones y van mucho más allá y con prelación a la obra en cuestión.
Desde hace una década he estado indagando a muchos docentes, profesores y estudiantes de arte (universitarios los más) que se acercaron a la TAE*, como también a artistas jóvenes argentinos para que definiesen aquello que estudiaban o hacían. La pregunta era aparentemente simple pero la respuesta resultó ser todo lo contrario. ¿Qué es arte?...  
La mayoría acordó que dar una definición sería muy complicado o imposible y hasta incluso que se trataba de algo indefinible y en todo caso llevaron el intento siempre al plano emocional que lejos de lograr una explicación concreta resultó inequívocamente una variante de selfie, meramente autorreferencial. Esto que relato, de ninguna manera expresa una generalización sino exclusivamente mi experiencia personal durante nueve años en Argentina. De todos los interrogantes que  me empecino en intentar resolver en este campo, tres surgen como prioritarios: ¿en qué momento se produce el fenómeno de no saber qué es arte a luego considerarse o considerar a alguien artista?, y en este contexto: ¿cómo es posible producirlo?... por último, ¿que hay acerca de la escena y el hecho teatral en sí? Arte es un concepto y un todo, la escena no puede desentenderse de eso. Aquí, retomo enonces este Blog…
A partir de la obra de Marcel Duchamp*, concluímos que potencialmente todo podría ser arte; desde Joseph Beuys* entendimos que probablemente todos podrían crearlo y finalmente completando esta seguidilla de interpretaciones erróneas, gracias al filósofo Byung Chul Han* nos sacamos de encima el problema y el peso de la originalidad. Lo que todavía complicó más nuestros días creativos en malinterpretaciones, fue el surgimiento de la publicidad moderna y luego el de la  internet con las redes sociales y no sabiendo explicarlo con precisión,  nos desorientó el hecho de que el arte pareciera estar latente en todas partes.
En la actualidad no hay límites. Cuando en los años 60s Daniel Buren*, usó patrones de tiras como una herramienta  para analizar nuestra percepción, el público en su violenta ignorancia manifestó inmediatamente su escandalización calificándolas simplemente de estampados de toldos. Ahora podemos afirmar que nunca antes el arte ha mostrado tanto contenido al mundo como actualmente y eso es en esencia lo que diferencia y define al arte contemporáneo del moderno y postmoderno, aún cuando cada vez más los movimientos se mezclan bastante (incluso de períodos muy remotos). Esa mezcla en aumento significa evidentemente que estamos entrando en un nuevo período, aunque muches creadores no tengan ni la menor idea de que están mezclando.
Desde Platón* aprendimos que el arte siempre ha sido contemporáneo (en el sentido de coetáneo), por el simple hecho de que expresa estética, política y poéticamente el momento de una determinada época y su cultura. Precisamente por eso, la definición del concepto de arte ha cambiado permanentemente acorde al tiempo al que se refiere. El arte moderno e incluso el postmoderno como puente hacia el arte contemporáneo se concentraba en la forma, la composición, la textura, etc., una idea en la que todavía hoy insisten algunas universidades de arte generando con ello la formación de técniques y no de artistas. El arte radica hoy esencialmente en la idea.El arte contemporáneo se define en el contenido y aquello que indaga sobre nuestras sociedades y culturas respecto del mundo actual, pero tal como dijo Oscar Wilde*, “el arte refleja a aquel que lo observa, no a la vida”. Hoy, la era digital requiere un esfuerzo de reflexión por parte de quienes queremos y pretendemos poner nuestros días en imagen y acción y ponerlos como una reevaluación estética del presente.
De todos modos, los avances técnicos rápidos, precisamente por utilizarlos esencialmente bajo las formas que ya conocíamos sin ellos, en lugar de explorar el aporte de sus posibilidades han provocado caos en la búsqueda de imágenes representativas. En su obra  "Feuilleton",  el artista Angel Vergara*, dio una impresión significativa de este trastorno. Montada en un interior, se trata de varias imágenes de medios en una gran pantalla titilante y en blanco y negro sobre las que  una mano está constantemente tratando de captarlas con pintura sobre placas de vidrio superpuestas. Vergara trató de pintar los movimientos sobre ellas y el resultado fueron pinturas abstractas en colores impresionistas. Este intento indefenso de encontrar de algún modo las imágenes del mundo en los medios, corresponde a la tentativa de muches, tanto de les formadores como de les creatives en arte, de buscar sólo en la técnica y el efecto, en lugar de recordar la propia fuerza del arte.
El arte contemporáneo  convirtió al presente en su ideología y se dio un nombre tan absurdo y tan prometedoramente avasallante, que al mismo tiempo resultó una contradicción en sí misma: “arte contemporáneo”. ¿Por qué el arte, producido en un momento dado, no habría sido contemporáneo? Cuando el arte actual se consolidó como movimiento finalizando los 80s, parecía tener todo el tiempo de su lado, pero el mundo en su intrincada velocidad  se le adelantó despiadadamente hasta perdérsele de vista. Para nuestra aceleración cambiante, décadas insistiendo a través de diversos planteamientos con un mismo objetivo resulta una enorme, inmensa cantidad de tiempo propicia al desfasaje y deja sólo a un puñado de artistas ileses con una propuesta auténtica, original y propia dándonos la certeza de encontramos en un período de transición, pero para el resto la desorientación es grande. En esta desesperación y desde hace no muchos años, se ha incorporado al mercado de arte a algunes artistas performátiques considerándoles dignes de ser parte de él; un ámbito en el que sólo convivían artistas plástiques, videastas y fotógrafes. Evidentemente ya no basta con el circular de los observadores frente, encima o alrededor de la obra como único movimiento en un museo, en una galería o en donde fuere. Pero, ¿es sólo eso lo que no basta? Hoy la acción se revela a su vez como potente imagen y la escena no debiera ignorarlo. Habiendo convertido la imprecisión y la pereza casi en un sello propio, la escena nacional se parapeta tras citas de pensadores de moda que rara vez lleva a la práctica y “resignifica” efectos desoyendo causas… En fin, las respuestas siempre son problemáticas porque implican una forma de cierre, pero en un tono polémico, las preguntas también pueden convertirse en respuestas.


Teatro Argentino de La Plata, Sala Ginastera, Ministro de Cultura Alejandro
"Conejo" Gómez /Gestión Martín Bauer (2015-2019). Fotografía: Luciana Demichelis

*Barbara Kruger, artista estadounidense (26.01.1945-New Jersey), considerada pionera del arte conceptual. http://www.barbarakruger.com/
*TAE, Escuela de Arte y Oficios del Teatro Argentino de La Plata: https://latae.com.ar/ ,https://www.facebook.com/TAE.OFICIAL/ @escuelaespaciotae
*Joseph Beuys,  artista alemán que trabajó con varios medios y técnicas como escultura, performance, happenig, video. instalción, y perteneció al grupo fluxus (1921-1986) https://www.deutsche-digitale-bibliothek.de/person/gnd/118510460?lang=en#0
*Byung Chul Han, filósofo, autor y ensayista alemán nacido en Seoul-Corea del Sur en 1959, http://www.byungchulhan.de/index.html 
*Daniel Buren, pintor y escultor francés (25.031938-Boulogne-Billancour/París) se lo considera un representante de la pintura analítica y del arte conceptual. https://www.danielburen.com/
*Platón, filósofo griego (Atenas​ o Egina,​ c. 427-347 a. C.) 
*Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde (*16Octubre de 1854 en Dublín 30. noviembre de 1900 en París) :
* Angel Vergara (1959-Mieres, España), https://www.axel-vervoordt.com/gallery/artists/angel-vergara